Es un superhéroe, toma mate y no es Patoruzú.
Las relaciones entre Argentina y la editorial norteamericana DC Comics a lo largo de las décadas van dejando sus frutos.
Por Carlos Javier Russo
Detective Comics #786, noviembre de 2003. Guión de Ed Brubaker. Bruce Wayne, o sea Batman, regresa a la Baticueva junto a un superhéroe aliado para continuar la investigación de un caso. Alfred, su leal amigo y suerte de criado aparece en escena con una bandeja cargada de tazas humeantes y anuncia “Your yerba mate, master bruce, as requested” (su yerba mate amo Bruce como me ha requerido). Ni el adictivo café ni el monopolizadamente british té. Mate. Yerba Mate
Y es que el mejor detective de historieta necesita alimentar su cuerpo con lo mejor de lo mejor y ya sabemos que el mate cada día tiene más cosas. Pero también me plantea dudas de la inclusión inocente de esa infusión en un comic de superhéroes.
¿Se esta redefiniendo el origen del personaje? ¿Nació Bruce Wayne realmente en los Estados Unidos de Norteamérica o emigró allí con su familia cuando niño cambiando su nombre Bruno Díaz por uno más anglosajón? No seria el primero ni el último por lo menos.
¿Leía Bruno Díaz de pequeño “Las aventuras de Patoruzú” y “Locuras de Isidoro”?. ¿Esa esquizofrenia entre playboy millonario y superhéroe es culpa argenta?
¿Será Batman de origen argentino? No seria de extrañar que su estado mental actual se deba a Dante Quinterno, quien ya inspirara a René Goscinny cuando trabajaba en su editorial en Buenos Aires para inventarse un Obelix para su Asterix como costilla adánica y ancha de Upa.
Saliendo del humor y entrando en la realidad, si profundizamos más en las relaciones entre los argentinos y DC Comics podríamos remontarnos a décadas con personajes como “El Gaucho” en los sesentas, y anteriormente entre años treinta y cincuenta con el desembarco en los EEUU de los dibujantes Luis y Arturo Cazeneuve, José Luis Salinas (Cisco Kid, tira que empezó dibujando en New York y finalizó en Buenos Aires, ya que el ejercito norteamericano amenaza con enlistar a su hijo para la guerra de Corea. Aunque su hijo no fuera norteamericano si era residente), Bruno Premiani y Luis Ángel Domínguez para probar suerte en la industria grande del comic. Tal vez hubiera otros que no conoceremos.
En principio Luis y Arturo Cazeneuve trabajaron desde 1939 codo a codo con el gran Will Eisner, más recordado por crear Spirit y por tener un premio llamado como él.
Carlos R. Martínez en un completo y detallado trabajo, disponible en Internet, comenta que desde 1940 en adelante, Luis Cazeneuve tuvo a su cargo varios de los más famosos personajes de aquel período, tales como Aquaman (comenzado por Paul Norris), Blue Beetle, Captain América, Crimson Avenger, The Eagle, Golden Arrow, Green Arrow, Lance O’Casey, Vigilante, The Shinning Knight y The Boy Comandos, serie ésta que tomó a su cargo cuando Joe Simon y Jack Kirby dejaron momentáneamente los pinceles para alistarse en el ejército
Arturo Cazeneuve tendría una trayectoria similar a la de su hermano mayor (Bald Eagle, Black Cat, Buster Crabbe, Crimson Avenger, Flame, Green Arrow, Green Hornet, Slam Bradley, The Shinning Knight y Vigilante).
En los años cincuenta decae la industria de las viñetas terminando con la Golden Age de los comics books y ambos hermanos van dejando el mundillo hacia trabajos más redituables.
Es en los cincuenta cuando aparecen los trabajos del italiano nacionalizado argentino Bruno Premian, luego de pasar por el Diario Critica y Patoruzito
No hay datos exactos de su partida a los EEUU ni cuando regresa a Argentina donde fallece en 1984. Sus trabajos en DC pueden remontarse a 1937 en la revista Detective Comics, pero algunas fechas coinciden con su estadía en nuestro país. Si esta clara su firma indeleble en la DC Comics.
Su pluma plasmaría a Tomahawk, Nighthawk y Superboy, al grupo los Sea Devils y seria la primera en firmar el nacimiento de Cave Carson, a la Doom Patrol y a los Teen Titans. Además colaboraría con Jack Kirby para las tintas de los Challengers of the Unknown.
Hay otro dibujante salido de Patoruzito, Luis Ángel Domínguez quien viaja en los años sesenta haciéndose cargo de los lápices de Gunfighters, Wyatt Earp, Scalphunter y Jonah Hex
En las relaciones más recientes y gracias a la tecnología muchos dibujantes argentinos pueden entregar sus trabajos desde su casa en Argentina, como el caso de Enrique Breccia ((Alvar Mayor, Batman Gotham Knights, The Swamp Thing), quien vive en Mar del Sur, en la costa bonaerense.
¿Pero es casual la proliferación de argentinos frente a dibujantes de otros países, que los hay y muchos?
Cada vez son más frecuentes los guiños y homenajes de la DC Comics a los amigos contraídos en nuestro suelo celeste y blanco.
Y tenemos para todos los gustos. Desde una viñeta, como hace Ed Brubaker a historias completas que se desarrollan en Buenos Aires, gracias a Phil Jimenez guionista de Wonder Woman entre el año 2000 y 2003.
Que alegría se debió llevar el señor Sebastián Ballesteros, personaje del mundillo historietil argentino cuando se encontró a un supervillano con su nombre. Buscando alguna explicación en san google me he topado con un foro que narra la siguiente anécdota: “Phil y Sebastián se conocieron cuando el vino a Fantabaires 2000 y de ahí surgió la idea de ponerle su nombre al villano. Porque Phil quería saber si era viable una especie de Lex Luthor argento y Ballesteros le contó la historia de Yabrán.”. Mejor explicación imposible. Sea verdad o no, esta merece quedar como la original, por derecho propio a ser leyenda.
Si las cosas se quedaran allí. Pero no. Otro homenajeado fue Andrés Accorsi, periodista y entre otras cosas creador junto a otros de la ya mítica revista “Comiqueando” en la revista JLA #51 (JLA: Justice League America) por Mark Waid, una leyenda del comic norteamericano en general.
Habrá que preguntarle a Grant Morrison porque destruyo con una bomba atómica la ciudad de Montevideo en la saga DC One Million
Existen casos a la inversa, por ejemplo Ariel Olivetti dibuja los tres números de JLA: Paradise Lost en 1998. A lo largo de la historia ha dejado sus bocadillos bien claros para el ojo atento, por ejemplo en una batalla dentro de un cementerio privado deja en una lapida “Carlos I de Arg. Celebrisimo mandatario gracias 1993 19—“ y en otra “Ezequiel Moreno creador del Laucha”. Más adentrados en la historia en una gasolinera se lee en un surtidor“YPF”, dentro del local podemos ver envases de “Elaion”, una lata de “Albatale”, jabón en polvo “Ala” y junto a una lata de Nesquik se puede leer con imaginación “Toddy”. Lo mejor ocurre en medio de una batalla cuando se utiliza como arma arrojadiza un barco llamado “Piluso II”
Es que Argentina tiene una gran tradición comiquera. Siempre fue semillero de dibujantes y guionistas, luego reconocidos internacionalmente de alguna u otra manera.
Y argentinos que trabajaran para DC Comics concretamente el que más impacto ha causado, no por ser el primero sino por ser el primero que supiéramos gracias a la editorial Perfil (que editaba comics de DC a principios de los noventa) fue Quique Alcatena.
Fue él quien abrió las puertas a los que vinieron detrás cuando participa primero en una miniserie de tres números llamada Hawkworld donde entinta los dibujos de Timothy Truman, y luego ya de completo dibujos y tintas del Batman Annual #7 de 1994, estuvo ayudado claro con las visitas de los norteamericanos a los eventos realizados en Buenos Aires con Fantabaires años después.
Otros autores, aunque no todos, cuyas firmas son usuales en el comic norteamericano son Leonardo Manco (en Junio de 2004 Manco firmó un contrato de exclusividad con DC Comics),
Marcelo Frusin (Hellblazer, titulo de la línea Vértigo de DC para la que tambien ha firmado exclusiva), Eduardo Risso (100 bullets, Batman), y Enrique Breccia (Alvar Mayor, Batman Gotham Knights, The Swamp Thing), Gustavo Desimone (Nippur, Caballero Rojo, Batman) y Manuel Gutiérrez (Nightwing, Batman).
